Memoria.

1. Antecedentes.

El talud ubicado en la trasera de los portales 44 y 46 de la calle Zarugalde, dentro del núcleo urbano de Arrasate, actúa como cierre posterior de los patios de la primera planta de sendos edificios. Estos patios y las viviendas adyacentes han sido los principales afectados por la ocasional caída de bloques del citado talud. Se tiene constancia histórica de la caída de dichos bloques, siendo el acontecimiento más reseñable, en los años 80, cuando la caída de un bloque de tamaño métrico terminó adentrándose en el interior de una vivienda al derrumbar la pared exterior.

Con el objeto de analizar las características geotécnicas del mencionado talud, el Ayuntamiento de Arrasate encargó la realización de un estudio geotécnico a la empresa Harrilur Geotecnia S.L., la cual redactó el «Estudio geotécnico para la estabilidad de un talud en c/ Zarugalde (Arrasate, Gipuzkoa)” con fecha de Octubre de 2007, donde se analizaba su estabilidad y se indicaban una serie de recomendaciones constructivas para mejorarla.

Dentro de este contexto, con el fin de resolver las inestabilidades observadas en esta zona y ante el riesgo que supone para los edificios ubicados bajo el talud, el Ayuntamiento de Arrasate anuncia la licitación, mediante procedimiento abierto, de la contratación del servicio de redacción de proyecto y dirección de obra correspondiente a la estabilización del talud en la trasera de los portales 44 y 46 de c/ Zarugalde en Arrasate en enero de 2013.

Como resultado del proceso de licitación mediante procedimiento abierto llevado a cabo, A-Gatein Ingeniería S.L.P. fue la empresa que obtuvo mayor puntuación, siendo por tanto la adjudicataria del mismo.

De esta manera, A-Gatein ingeniería S.L.P. y el Ayuntamiento de Arrasate formalizan el contrato para la redacción de proyecto y dirección de obra correspondiente a la estabilización del talud en la trasera de los portales 44 y 46 de c/ Zarugalde en Arrasate el 24 de abril de 2013.

Así pues, el presente «Proyecto de estabilización del talud en la trasera de los portales 44 y 46 de c/Zarugalde en Arrasate» forma parte de este contrato firmado entre A-Gatein ingeniería S.L.P. y el Ayuntamiento de Arrasate, el cual también contempla la posterior Dirección de Obra.

2. Situación actual.

El presente Proyecto hace referencia al talud existente en la trasera de los portales nº 44 y 46 de la calle Zarugalde, situada dentro del núcleo urbano de Arrasate.

El talud en cuestión actúa como cierre posterior de los patios traseros de los pisos de la primera planta de los portales comentados. Tiene una pendiente muy elevada, observándose un desarrollo prácticamente vertical, con una altura de unos 30 m.

Se trata de un macizo rocoso constituido por una margocaliza estratificada. Según se indica en el Anejo nº 2.- Estudio Geotécnico, el macizo rocoso presenta una serie de discontinuidades, hasta cinco discontinuidades diferentes, que hacen que éste presente una estructura columnar con tamaño de bloque de pequeño a mediano.

De la caracterización que se ha realizado sobre el talud actual y que se adjunta en el Anejo nº 2.- Estudio geotécnico del presente Proyecto, se obtiene la discretización de la superficie de actuación en las siguientes zonas:

  • Zona 1: Considerando la rotura de la matriz y por tanto el comportamiento del substrato rocoso como una masa homogénea sin discontinuidades predefinidas para la rotura y la presencia de un primer metro de espesor del macizo rocoso con grado de alteración IV.

El coeficiente de seguridad que presenta esta zona actualmente es de 1,295.

Esta zona coincide sensiblemente con la denominada como Talud 2 en el «Estudio geotécnico para la estabilidad de un talud en c/ Zarugalde (Arrasate, Gipuzkoa)” redactado por Harrilur Geotecnia S.L., en adelante, Estudio geotécnico previo y gran parte de la denominada Talud 1, siendo la tensión de estabilización máxima exigida para ambas zonas de 3,52 KN/m2.

  • Zonas 2 y 3: Atribuyendo al plano desestabilizante una resistencia al corte de 21º de ángulo de fricción.

El coeficiente de seguridad que presentan estas zonas actualmente es de 0,569, con lo que son considerablemente menos estables que la Zona 1.

La Zona 2 coincide sensiblemente con la denominada como Talud 3 en el Estudio geotécnico previo, donde que la tensión de estabilización exigida es del orden de100 KN/m2.

La Zona 3 representa una franja de terreno dentro de la zona definida en el Estudio geotécnico previo como Talud 1, detrás del edificio nº 44, en la que la orientación de la estratificación del talud se asemeja más a la definida como Talud 3, por lo tato, la tensión de estabilización exigida también es del orden de100 KN/m2.

Por otra parte, el macizo rocoso está totalmente cubierto de vegetación variada e incontrolada como zarzas, matorrales y arbustos, encontrándose húmedo aunque sin presencia reseñable de agua.

También se observa la presencia de ciertos bloques sueltos en una determinada zona próxima a la coronación del talud los cuales habrá que retirar ya que representan un mayor peligro para los edificios situados bajo la ladera.

Todo esto hace que el macizo se encuentre débilmente meteorizado, pudiéndose calificar como de calidad media-baja.

Además, existe una malla cubriendo el talud, la cual se ha demostrado insuficiente, ya que no realiza la función para la que se destinó originalmente ante la presencia masiva de vegetación que ha provocado que ésta se separe de la superficie del frente rocoso, al carecer de anclajes intermedios y refuerzos adecuados.

La ubicación de los edificios nº 44 y 46 de la calle Zarugalde, que se encuentran al pie del talud comentado, hace que cualquier instabilidad que presente el talud, como la caída de piedras sueltas, afecte a la estructura de los edificios, pudiendo ocasionar importantes daños tanto a los bienes del inmueble como a los vecinos que residen en los mismos.

De hecho, se tiene constancia histórica de la caída de piedras sueltas a los patios ubicados bajo el talud, llegando en ocasiones a producir daños tanto en el cerramiento de los edificios como en el mobiliario de los mismos.

De igual forma, se observa la presencia de distintos elementos de cerramiento y urbanización en los patios de los edificios citados, la mayoría de los cuales se verán afectados por la ejecución de las obras.

De esta manera, se considera necesaria la estabilización del talud, para lo cual se redacta el presente Proyecto.

3. Objeto del Proyecto.

El “Proyecto de estabilización del talud en la trasera de los portales 44 y 46 de c/Zarugalde en Arrasate” tiene por objeto definir las actuaciones necesarias para llevar a cabo la estabilización de un talud de unos 30 m. de altura, formado por un macizo rocoso débilmente meteorizado y que presenta una serie de discontinuidades de distintas familias, ubicado detrás de los edificios de los portales nº 44 y nº 46 de la calle Zarugalde, dentro del núcleo urbano de Arrasate.

Para ello se analizan las posibles soluciones constructivas que mejor se adapten a las características de la zona objeto de estudio, teniendo en cuenta que el emplazamiento del talud provoca que el acceso al mismo deba producirse desde su coronación, y se definirán las propuestas de estabilización para cada zona del talud, en función de las características geotécnicas de los materiales observados.

El presente Proyecto recoge la descripción y estudios necesarios para desarrollar la solución más idónea que satisfaga las necesidades funcionales, estéticas, económicas y ambientales requeridas en su planteamiento.

4. Estudio de alternativas

Durante la redacción del Proyecto se han planteado diferentes alternativas buscando la óptima atendiendo a criterios técnicos, ambientales, económicos y de seguridad.

En una primera instancia, después de observar la zona objeto de actuación y el Estudio geotécnico previo, se estudia la posibilidad de plantear los siguientes sistemas de estabilización de taludes en las distintas zonas diferenciadas.

Malla de triple torsión colgada del talud (Capacidad de carga < 1 KN/m2)

Esta medida consiste en el recubrimiento del talud mediante una malla de alambre de triple torsión fijada en su coronación y su pie, para el control de la trayectoria y velocidad de desprendimientos de rocas.

Con este tipo de malla se segura el guiado de los desprendimientos hacia la zona inferior del talud, interceptando las posibles trayectorias y acumulando el material en la zona inferior.

Sin embargo, al ser un tratamiento pasivo, no se evitan los desprendimientos, simplemente se actúa sobre el elemento desligado, disminuyendo su velocidad de caída mediante el rozamiento con la malla metálica y la propia superficie de la ladera.

Este tratamiento estaría compuesto por una malla de triple torsión de alambre de acero galvanizado, anclada en coronación y rematada en pie, bien mediante un cable de acero y anclajes, o mediante picas en forma de cachaba.

Malla de triple torsión adosada el talud (Capacidad de carga < 2 KN/ m2)

Con este tratamiento se pretende garantizar una protección activa del terreno mediante el contacto directo y continuo con su superficie.

De esta manera, se recubre el talud mediante una malla de alambre de triple torsión adosada a la superficie del talud mediante bulones de unos 20 mm. de diámetro y 2 m. de longitud mínima, en cuadrícula de 4×4, o 3×3, dependiendo de las irregularidades de la superficie del talud, colocados al tresbolillo.

Este sistema fija los elementos susceptibles de desprenderse, evitando que se movilicen y por lo tanto, se previenen fenómenos de inestabilidad local que pueden comprometer la estabilidad del conjunto.

Este tratamiento estaría compuesto por una malla de triple torsión de alambre de acero galvanizado adosada a la superficie del talud mediante bulones tipo gewi de unos 20 mm. de diámetro y 2 m. de longitud mínima en cuadrícula de 4×4, o 3×3, dependiendo de las irregularidades de la superficie del talud, colocados al tresbolillo.

Malla de triple torsión reforzada (Capacidad de carga < 4,00 KN/m2)

Este método de estabilización es semejante al anterior, reforzando el sistema con un cable de acero de 12-16 mm. de diámetro dispuesto diagonalmente por las cabezas de los bulones, pasando de esta manera, de una transferencia de carga puntual entre la malla y el anclaje, a un soporte continuo, mejorando aún más el adosado de la propia malla.

Por tanto, además de garantizar una protección activa del terreno mediante el contacto directo y continuo con la superficie, se produce un incremento de la capacidad de soporte en el conjunto, siendo capaz de resistir cargas unitarias más elevadas.

Así, este tratamiento estará compuesto por una malla de alambre de triple torsión adosada a la superficie del talud mediante bulones de unos 25 mm. de diámetro y 2 m. de longitud mínima en cuadrícula de 4×4, o 3×3, dependiendo de las irregularidades de la superficie del talud, colocados al tresbolillo, reforzado con un cable de acero de 12-16 mm. de diámetro dispuesto diagonalmente por las cabezas de los bulones.

Red de cables reforzada con bulones (Capacidad de carga < 50 KN/m2)

La red de cables reforzada consiste en un sistema de protección activa basado en el empleo de elementos flexibles, que aplicados de forma continua en la superficie a estabilizar, evitan el movimiento de los desprendimientos rocosos generando un efecto de estabilización superficial y disminuyendo los procesos de erosión.

Este sistema consiste en una membrana flexible compuesta por paños de red de cable de acero de 8 mm. de diámetro, unidos entre sí con cables de acero de dimensiones variables entre 16 y 22 mm., en función de la capacidad de soporte del sistema.

La membrana se instalará sobre una malla de alambre galvanizado de triple torsión tipo 8×10/16 bien adosada al terreno, que realizará las funciones de cierre de la luz de los paños de red, así como de elemento de soporte durante el proceso de montaje.

La red de cables estará fijada y adosada al terreno mediante bulones y anclajes de cable de acero de diámetro entre 25 y 40 mm de diámetro, dependiendo de las dimensiones del paño y de la capacidad de soporte requerida. El bulonado se realizará habitualmente en la intersección de los cables de unión de los paños, pudiendo realizarse bulones complementarios en zonas deprimidas para asegurar el adoso de los paños y el propio cableado.

Con este método de estabilización se obtiene una capacidad de carga notablemente mayor que en los casos anteriores, pudiendo llegar hasta 50 KN/m2, dependiendo de las características de la red.

Este tratamiento estará compuesto por paños de red de 4×4 m., 3×3 m o 2×2 m. y abertura que oscilarán entre los 300 x 300 mm, y los 150 x 150 mm, anclada con bulones en cuadrícula de 4×4 m., 3×3 m o 2×2 m. y longitud de más de 3,00 m, incluyendo cable de cosido de diámetros que oscilarán entre los 16 mm. y los 20 mm., y demás accesorios para obtener la capacidad de carga requerida.

Colocación de anclajes activos al terreno (Capacidad de carga > 50 KN/m2)

Cuando la carga que se pretende soportar es de mayor orden de magnitud que las previstas anteriormente, para capacidades de carga > 50 KN/m2 las soluciones formadas por mallas de triple torsión reforzadas, o red de cables son insuficientes, requiriéndose en empleo de soluciones de mayor envergadura.

Así, se plantea la colocación de anclajes activos en el talud, es decir, elementos capaces de transmitir una carga de tracción, aplicable sobre ellos mismos, a una zona del terreno capaz de soportar dicho esfuerzo.

Este tratamiento estará compuesto por la colocación de bulones formando una cuadrícula, función de la carga a sostener y el tesado que se de a cada uno de ellos. Además será necesario un elemento que actúe como reparto de la carga a lo largo de toda la superficie objeto de estudio.

Con el fin de evitar las pérdidas de material que originarían los anclajes mediante cables, al ser necesario el corte exacto de la longitud de anclaje programada, previo a la ejecución del mismo, se propone la ejecución de anclajes mediante barra tipo Gewi.

Instalación de geomalla antierosión

Además de los refuerzos propuestos anteriormente se estudia la posibilidad de colocar a lo largo de toda la superficie del talud una geomalla para controlar la erosión y dar un aspecto más natural al macizo.

No obstante, dado que este tipo de malla entorpecería las labores de mantenimiento del talud, se desecha su colocación.

5. Justificación de la solución adoptada.

Del reconocimiento efectuado y del análisis de las posibles roturas estudiadas en el Anejo nº 2.- Estudio geotécnico, se deduce que las menores cargas de sostenimiento que se requieren en cualquier punto del talud son del orden de 2,7 KN/m2.

En consecuencia, se descartan las alternativas de malla colgada y de malla adosada al talud, al considerarse tratamientos insuficientes, debido a su menor capacidad portante.

Además, se decide colocar una malla reforzada como solución generaliza a lo largo de buena parte del talud objeto de estudio. Con este tipo de malla se consigue alcanzar una carga de rotura del orden de los 3,52 KN/m2, con lo que se lograría la estabilización de gran parte de la superficie del talud.

Sin embargo, se observan determinadas zonas donde la orientación de la estratificación del talud y las de las familias de diaclasas encontradas provoca que la carga de sostenimiento requerida a lo largo de las mismas sea de mayor orden de magnitud, siendo necesarias cargas mayores de 100 KN/m2 en determinadas zonas.

Para este tipo de zonas, no será suficiente con la colocación ni de mallas reforzadas ni de redes de cables, con lo que se proyectará la colocación de una cuadrícula de anclajes activos.

En el Plano nº 4.-Planta de detalle. Estabilización del presente Proyecto se delimitan las zonas diferenciadas a lo largo del talud.

Zona 1

En esta zona se proyecta la colocación de malla de de triple torsión del tipo 8×10/16 de alambre de acero galvanizado de 2,70 mm. de diámetro, reforzada con bulones pasivos de tipo Gewi de 25 mm. de diámetro y 2,00 m. de longitud mínima, adosados al talud al tresbolillo, formando una cuadrícula de    3,00×3,00 m. Además, se colocará un cable de acero de 16 mm. de diámetro dispuesto diagonalmente por las cabezas de los bulones.

Con este tratamiento se refuerza la malla de triple torsión mediante un sistema de bulonado y un cableado de acero. Este cableado de acero se encargará de realizar una transferencia de la carga puntual entre la malla y el anclaje a un soporte continuo, mejorando su adosado y consiguiendo una capacidad soporte de 3,52 KN/m2.

Zona 2

La estabilización del talud en esta zona se materializará mediante malla de bulones activos, en cuadrícula de 1,75×1,75 m., de diámetro 40 mm. tipo Gewi, y tesados a 35,40 T. La longitud de estos anclajes variará desde los 22 m. para las filas superiores hasta los 12 m. en las inferiores. La longitud de bulbo prevista es de 7 m. para bulones de longitud mayor de 15 m. y de 5 m. para bulones de longitud menor de 15 m. Además, como elemento de reparto de tensiones, se prevé un revestimiento flexible formado por una red de cables tipo IBERORED o similar compuesta por una malla de triple torsión del tipo 8×10/16 más paños de red de cable de acero de 8 mm de diámetro, con luz 200×200 mm, unidos entre sí con cables de cosido de acero de 18 mm. dispuestos en paños modulares de 1,75 x 1,75 m., pasando de esta manera por las cabezas de los bulones activos.

Con este sistema se consigue una capacidad soporte de 115,5 KN/m2

Zona 3

La estabilización del talud en esta zona se concretará mediante malla de bulones activos, en cuadrícula de 1,50×1,50 m., de diámetro 40 mm. tipo Gewi, tesados a 35,40 T, de 12 m. de longitud, con un bulbo de anclaje de 5 m.

Además, de manera análoga a la Zona 2, como elemento de reparto de tensiones, se prevé un revestimiento flexible formado por una red de cables tipo IBERORED o similar compuesta por una malla de triple torsión del tipo 8×10/16 más paños de red de cable de acero de 8 mm de diámetro, con luz 200×200 mm, unidos entre sí con cables de cosido de acero de 18 mm. dispuestos en paños modulares de 1,50 x 1,50 m., pasando de esta manera por las cabezas de los bulones activos.

Con este sistema se consigue una capacidad soporte de 149,2 KN/m2.

Los parámetros geotécnicos de las zonas 2 y 3 son similares, sin embargo se prevé dos tratamientos distintos ya que el proceso constructivo programado para cada uno de ellas será diferente. De esta forma, dado el emplazamiento de estas dos zonas, se proyectarán cuadrículas de bulones distintas.

En la Zona 2, la posibilidad de colocación de una grúa autopropulsada de unas 100T resulta más factible que para la Zona 3. De esta manera la perforación de los anclajes en la Zona 2 podrá realizarse con un carro perforador desde una cesta suspendida de la grúa.

En la Zona 3, la posibilidad de colocación de una grúa autopropulsada de unas 100T resulta más compleja, con lo que se prevé realizar la perforación mediante rotopercusión con maquinaria ligera y técnicas de escalada y posicionamiento vertical con cuerdas.

La potencia de esta maquinaria más ligera es menor que la que se puede suspender desde una cesta, por lo tanto las profundidades que se consiguen son menores.

De esta manera se limita la longitud de anclaje para la Zona 3 a 12 m.

De esta manera, para la correcta ejecución de las obras previstas en el presente Proyecto, son necesarias otras actuaciones que a continuación se enumeran.

Inicialmente se llevará a cabo la demolición de los elementos de cerramiento necesarios para poder acceder a los patios de la primera planta de los edificios nº 44 y nº 46 y se procederá al despeje de esta zona, retirando los elementos de separación y protección existentes.

Otra de las tareas iniciales a desarrollar será la excavación del volumen de macizo rocoso cercano a la esquina Oeste del portal nº 46 suficiente como para poder acceder a los patios traseros desde la calle Zarugalde, ya que se considera el único acceso posible a la parte inferior del talud.

Posteriormente y antes de comenzar ningún trabajo en el talud, se llevará a cabo la protección de la fachada trasera de los edificios nº 44 y nº 46 mediante el sistema de tableros y neumáticos indicado en el Plano nº 5. Planta de detalle. Obras complementarias.

También se colocará una pantalla de protección contra desprendimientos, compuesta por perfiles metálicos del tipo IPE-100, de 2,00 m. de longitud vistos, anclados al terreno mediante base articulada y bulón de tipo Gewi de 32 mm de diámetro y 1,5-2,0 m. de longitud. Esta pantalla no se retirará una vez finalicen los trabajos proyectados, permaneciendo como sistema de protección adicional, frente una posible caída de bloques del talud.

Una vez despejados los patios traseros y colocados los sistemas de protección se comenzarán las obras en el talud objeto de estudio.

Debido a la gran cantidad de vegetación incontrolada que ha ido apareciendo en el talud, se realizará el desbroce del mismo. De esta manera se eliminará toda la vegetación que actualmente cubre el macizo rocoso.

El material sobrante procedente de los trabajos de demolición y desbroce se retirará a vertedero autorizado desde los patios de la primera planta hasta la calle Zarugalde.

También se proyecta la retirada de los bloques sueltos existentes a lo largo del talud, principalmente en una zona próxima a la coronación del mismo.

Una vez que el talud se encuentre despejado, al ser eliminada la vegetación que lo cubre, se llevarán a cabo las medidas de estabilización proyectadas.

Dado el emplazamiento del talud, los trabajos tanto de desbroce como de estabilización se realizarán accediendo desde su coronación.

Para ello, se prevé la formación de una plataforma de trabajo para el posicionamiento de maquinaria de obra junto al camino existente en la coronación del talud.

Las medidas de estabilización del talud comenzarán con la colocación de malla de triple torsión del tipo 8×10/16 de alambre de acero galvanizado de 2,70 mm. de diámetro, formando un hexágono alargado en sentido de una de sus diagonales cuyas dimensiones son 8 x 10 cm (diagonal horizontal y vertical, respectivamente.). Esta malla estará fijada en coronación y pie de talud mediante piquetas abastonadas de 0,80 m. de longitud y 20 mm. de diámetro con una resistencia media de rotura a tracción de 40.800N/ml. y distantes entre sí una longitud entre 2 y 3 m., dependiendo de la irregularidad de la superficie del talud.

Estas piquetas colocadas en la coronación del talud servirán como puntos de apoyos fijos para el descuelgue de los operarios en los trabajos de colocación de la malla y posteriormente podrán ser utilizadas como puntos de amarre para realizar las labores de mantenimiento e inspección del talud.

Esta malla se colocará a lo largo de toda la superficie objeto de estudio y tendrá misión de cierre, reteniendo los posibles desprendimientos producidos en el talud, disminuyendo su velocidad de caída mediante el rozamiento de la malla metálica y con la propia superficie del macizo rocoso. Además, actuará como elemento de soporte durante el proceso de montaje del refuerzo de la malla o de las redes de cables.

Una vez colocada esta nueva malla, se procederá a la eliminación de la malla que actualmente cubre el talud, y que con la aparición masiva de vegetación entre ella y el macizo rocoso ya no ejerce ninguna función de sostenimiento al no estar en contacto con él.

Posteriormente, dependiendo de la zona del talud que se trate, el método de estabilización a llevar a cabo será distinto, como se ha comentado anteriormente.

Así, las propuestas de estabilización para cada zona son las siguientes:

Zona 1

  • A la malla de triple torsión del tipo 8×10/16 anterior, se le sumará la colocación de bulones pasivos de tipo Gewi. Además se dispondrá, como elemento de cosido, un cable de acero de 16 mm. de diámetro dispuesto diagonalmente por las cabezas de los bulones.

Zona 2

  • A la malla de triple torsión del tipo 8×10/16 de alambre de acero galvanizado se le sumará, como elemento de reparto de la cuadrícula de bulones activos, la colocación de la red de cables en paños modulares de 1,75 x 1,75 m., descrita anteriormente. Una vez colocada esta red, se procederá a la ejecución de los anclajes en los vértices de la red de cables colocada previamente.

Zona 3

  • Análogamente a la Zona 2, a la malla de triple torsión se le añadirá, como elemento de reparto de la cuadrícula de bulones activos, la colocación de la red de cables en paños modulares de 1,50 x 1,50 m., descrita anteriormente. Una vez colocada esta red, se procederá a la ejecución de los anclajes en los vértices de la red de cables colocada previamente.

Además de los tratamientos de estabilización del talud descritos anteriormente, para la correcta ejecución de los trabajos, dado la ubicación de las obras, son necesarias una serie de obras complementarias.

Para evitar la presencia de agua en el talud, se proyecta la ejecución de una cuneta triangular en coronación del mismo. Además, se prevé la ejecución de una cuneta de guarda inferior sobre la coronación del muro de hormigón existente en los patios traseros de los edificios junto al pie del talud. Esta cuneta además de recoger el agua de escorrentía que discurra por el talud hasta la conexión con el saneamiento existente, servirá como elemento de protección adicional respecto la caída de piedras de reducido tamaño, evitando que alcancen el forjado de los patios traseros.

Se prevé la reposición de las bajantes de pluviales existentes tanto en la fachada trasera de los portales nº 44 y nº 46 como en la zona del talud afectada por la ejecución de las obras.

Debido a la presencia de distintos elementos de cerramiento en los patios traseros de la primera planta de los edificios nº 44 y nº 46, se lleva a cabo su retirada y demolición, y se realiza la reposición del pavimento de toda la zona trasera con baldosa de hidráulica de hormigón, de fácil limpieza y compatible con las labores del futuro mantenimiento del talud, homogeneizándose a nivel de pavimento toda la superficie de dicha franja. Con el objeto de impermeabilizar el forjado existente, también se prevé la colocación de una lámina de caucho EPDM, protegida por una lámina geotextil previo a la colocación del mortero sobre el que se dispondrá la citada baldosa.

Asimismo, en el muro de ladrillo caravista, situado junto a la acera se proyecta la colocación de una puerta peatonal, para que en el futuro se pueda acceder a esa zona desde la acera.

Se proyecta la reposición de pinturas y otros desperfectos en las fachadas y los muros de pie de talud existentes en los patios traseros de los edificios.

Se considera la reposición de la acera ubicada en frente del acceso a la obra, porque se prevé que al finalizar los trabajos quede dañada. De esta manera, se repondrá este tramo de acera con las mismas características que presenta actualmente.

También se prevé la reposición de la capa de rodadura del Ibilbidea Gernika situado en la coronación del talud, en las proximidades de la zona de obras, mediante el extendido de una capa de microaglomerado asfáltico tipo AC8Surf rojo de 3 cm. de espesor.

Finalmente se considera la colocación de un cierre lateral que confine y proteja la franja trasera de los bloques 46 y 48 en la zona de acceso y de un cierre de malla de simple torsión en la coronación del talud, con el objeto de separar la zona donde se ha llevado a cabo la estabilización del talud, del tránsito por del Ibilbidea Gernika.

Además, en el presente Proyecto se dejan previsto la disposición de determinados elementos para llevar a cabo la auscultación del seguimiento del talud a lo largo del tiempo. Así, se propone la colocación de células de carga para anclajes de rango 50 t., disponiendo una cada 30 bulones activos con objeto de verificar el comportamiento y adecuado trabajo de los anclajes. La lectura de estas células se llevará a cabo de una manera monitorizada, centralizando las señales de los sensores a una serie de puntos alojados en un armario estanco con protección IP- 55, colocado en la zona entre los portales nº 46 y nº 48, tal y como se indica en el Plano nº 5.- Planta de detalle. Obras complementarias. Asimismo, previendo un futuro control topográfico de la cara del talud se disponen en las placas de reparto de los anclajes, tres líneas de control mediante miniprismas para control de desplazamientos verticales y horizontales y dianas de puntería reflectantes para medida de desplazamientos, vuelcos, desplomes mediante estación total de alta precisión.

6. Descripción de las obras.

A continuación se recoge un resumen de las mediciones más significativas incluidas en el presente Proyecto:

Demoliciones

– Desbroce, saneo, purga y retirada de materiales del talud                2.200,00 m2.

– Retirada de malla existente sobre talud                                             1.600,00 m2

– Limpieza y eliminación de bloques sueltos en talud                             18,75 m3.

Movimientos de tierras

– Excavación en terrenos de roca dura, con compresor                         44,00 m3.

– Excavación en terrenos compactos, por medios manuales                   16,00 m3

Estabilización de talud

– Malla de triple torsión reforzada                                                      1.200,00 m2

– Red de cables como revestimiento de bulones activos 1,75 x1,75       253,00 m2

– Red de cables como revestimiento de bulones activos 1,50 x1,50     143,00 m2

– Anclaje de acero tipo Gewi, ø40 mm. mediante carro perforador    1.496,00 ml

– Anclaje de acero tipo Gewi, ø40 mm. mediante maquinaria ligera   6244,00 ml

– Cabeza de anclaje para barra de acero tipo Gewi  ø40 mm.                140,00 ud

Obras complementarias

– Pantalla de protección contra desprendimientos                                    40,00 ml

– Sistema de protección de fachada mediante tableros y neumáticos      80,00 m2

– Cuneta revestida de hormigón HM-20 en cabeza de talud                      44,00 m

– Cuneta revestida de hormigón HM-20 en pie de talud                            27,00 m

– Bajante de PVC serie B junta pegada, de 125 mm de diámetro             52,50 m.

– Lámina de caucho sintético de E.P.D.M.                                              82,50 m2

– Solado de baldosa hidráulica de hormigón                                            11,00 m2

– Pintura acrílica estándar aplicada a rodillo                                          166,75 m2

– Microaglomerado asfáltico tipo AC8Surf rojo, e= 3 cm.                     11,00 m2

– Pavimento de baldosa de terrazo                                                           11,00 m2

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